Para trabajar la morfosintaxis, es decir la estructuración de las frases es necesario tener un buen vocabulario. Dicen los lingüistas que para que lxs bebes empiecen a unir dos palabras (coche azul o papá come) necesitan tener como mínimo un repertorio de 50 palabras.
Por lo que es necesario ofrecerle a los niños siempre a posibilidad de mucho vocabulario, a no ser que haya patologías previas muy evidentes. Está demostrado que cuánto más vocabulario llegue a sus oídos de los niños mejor será su expresión oral después.
Por ello, hoy desde el aula de AL os digo que no escatiméis en palabrería cuando habléis con vuestrxs hijxs. Si nos preguntan por algo, cuánta más información le demos mejor. Y la mejor manera de ofrecérselo es de manera natural: mientras que jugamos con ellos a los que sea, mientras que le contamos un cuento, o mientras nos ayudan a recoger la mesa o tender la ropa. Esos momentos de conversación informal son los más importantes, porque así se aprende a hablar de forma natural. Por lo que, aprovechar esos momentos al máximo para conectar con vuestrxs hijxs y hacerles llegar el vocabulario más necesario, el de la vida diaria.
Aclarado esto voy a proponeros varias actividades para fomentar el vocabulario de forma muy específica y puntual. En el aula, lo solemos hacer por campos semánticos o atendiendo a si estamos trabajando uno u otro fonema (letra). Pero aquí he seleccionado el material por ser dinámico, fácil de preparar y muy sencillo de hacer en casa. Y como siempre, adaptarlo vosotros, para hacerlo más personal, atractivo y personalizado para vuestrxs pequeñxs.
- Clasificación por campos semánticos: está estudiado que en nuestro cerebro las palabras están guardadas en cajistas bien etiquetadas (muebles, cosas de jardín, prendas de vestir) y es bueno que les enseñemos a nuestrxs pequeñxs a clasificar así también las palabras que les queremos enseñar. Para ello os propongo que elijáis 1,2,3 o incluso 4 campos semánticos dependiendo de la edad y la destreza de vuestx hijx. Y luego le ofrezcáis cosas de esos campos semánticos. Con cosas que tengáis por casa puede ser muy fácil.
Ejemplo: elegís el campo semántico de los cubiertos, el de material de oficina y cosas redondas. Y encima de una mesa grande que podéis dividir en tres (con una cuerda, un muro de plastilina o con lápiz) y pones en cada parte de la mesa un elemento de los campos semánticos elegidos (un tenedor, una goma y una pelota) y le dais el pistoletazo de salida, después de explicarles la actividad, para que ellos vayan a buscar todo lo que encuentren de esos campos semánticos. Una vez que terminamos, nombramos los objetos y comprobamos que están bien clasificados.
- Vamos a cazar. Este juego, que temen muchas versiones también les gusta mucha. Se trata de poner encima de una mesa/en el suelo/donde queráis un montón de coas que encontréis: frutas y verduras, prendas de vestir, productos de aseo... Diferentes cosas de uso diario y que el/la niña conozca. Y después jugaréis a describirles el objeto que queréis que busca. Ejemplo: "Busca un objeto de plástico que le echamos patata y usamos después de cada comida" y el niño tiene que encontrar la pasta de dientes. En niñxs mayores, podéis probar a jugar por turnos y que sea el/ella la que describa luego un objeto y vosotros busquéis.
- Y por último os voy a dar algún juego en el que se trabaje también e vocabulario:
- El veo veo,
- El tabú,
- ¿Quién es quién?,
- ¿Quién soy?
- Dobble
Y alguno digital también:
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